EL ENTRENAMIENTO PROPIOCEPTIVO

El entrenamiento propioceptivo
La propiepcion alude a la capacidad que tiene el cuerpo humano para detectar el movimiento y la posición de las diferentes articulaciones. Por tanto, el sistema propioceptivo, formado por una serie de receptores nerviosos situados en músculos, articulaciones y ligamentos, es el que nos permite coordinar nuestros movimientos. Si se consigue una buena coordinación del cuerpo, el riesgo de lesión disminuye.
Dentro del entrenamiento propioceptivo se trabajan fundamentalmente dos aspectos importantes: la fuerza y la coordinación (a tres niveles: intermuscular, intramuscular y procesos reflejos). Así el deportista puede mejorar la capacidad de equilibrio, su orientación, la relajación de los músculos, el sentido del ritmo y la relación espacio-tiempo del movimiento. Es decir, la capacidad para prevenir situaciones imprevistas con riesgo real de lesión.
Este sistema no sólo se utiliza por los equipos médicos para prevenir lesiones, también en los procesos de recuperación. El entrenamiento propioceptivo sirve para prevenir y curar lesiones como tirones, rupturas ligamentosas, lesiones capsulares, fracturas óseas articulares y diafisarias, lesiones musculares y en la columna vertebral.
Normalmente, el entrenamiento propioceptivo utiliza elementos básicos como pelotas de diferentes tamaños, mesas y trampolines. Cualquier objeto que permita desarrollar ejercicios de equilibrio, coordinación, orientación… combinados con estiramientos de músculos y tendones. Con este tipo de entrenamiento se han experimentado resultados excelentes.
PROPIOCEPCION Y LA PRACTICA DEPORTIVA
Proponemos, entonces, un esquema de trabajos que consiste en estimular la información propioceptiva proveniente de las zonas que mas se lesionan, exacerbándola o planteando situaciones que la coloquen en un papel fundamental en la regulación del movimiento.
La lesión induce una modi¬ficación en la información que los propioceptores envían desde la región afectada, lo que genera un cambio a nivel del esquema corporal, que se traduce en una alteración del movimiento normal. Esta alteración motriz se da fundamentalmente a nivel de los automatismos, y es, en sí, una fuente de recidivas o incluso de nuevas lesiones

MÉTODOS PARA EL ENTRENAMIENTO PROPIOCEPTIVO:
Dado que el método propuesto se basa en una hiperestimulación de la información proveniente de los propioceptores, al intentar desarrollarlo se nos presenta un gran número de posibiliades. La reeducación rítmica, la reeducación postural global, la facilitación neuromuscular propioceptiva y otros tantos métodos puede aportar elementos valiosos; nos limitamos a sugerir su utilización en función de nuestro objetivo central y a desarrollar dicho objetivo a través de una de las posibles formas, esto es, mediante ejercicios basados en el equilibrio, los saltos y los desplazamientos.

EJERCITACIONES EN EQUILIBRIO ESTÁTICO
Al llevar al deportista a situaciones de equilibrio estático que involucren el esquema motor de su actividad o en caso de lesion la región alterada se lo obliga a incrementar el esfuerzo por mantener la posición usando la musculatura comprometida por la patología y forzando el uso de la información propioceptiva proveniente de la región. Esta actividad debe hacerse poniendo hincapié en la percepción consciente de la situación en que se encuentra el cuerpo y de los mecanismos que actúan para sostenerla.
Vamos a describir este proceso pensando en una patología que comprometa un miembro inferior. A partir de la posición de pie se va forzando la situación de equilibrio mediante presiones del entrenador o reduciendo progresivamente la base de sustentación, tomando el peso con distintas regiones de la planta del pie parándose en los talones o en los arcos anteriores, desplazando la toma de peso por toda la superficie de apoyo. Luego se varía la participación de uno y otro pie en la toma del peso, hasta llegar a pararse sobre un solo pie.
Sobre la base del apoyo unipodal se progresa en el nivel de dificultad llevando la toma del peso a distintas regiones de la planta del pie, incluso llevando el apoyo a un solo sector (talón, arco anterior, etc.), reduciendo aún más la base de sustentación y forzando una situación de equilibrio menos estable. También puede variarse la posición de los miem¬bros de la cadena articular de apoyo (mayor o menor grado de extensión o flexión en tobillo, rodilla y cadera), o la posición de la pierna que queda sin apoyo (flexionarla o extenderla, alejarla o acercarla al eje del cuerpo, etc.). Sobre la base de esta progresión se puede aumentar la dificultad eliminando la percepción visual, lo que potencia el rol de los propioceptores que tomarán entonces un papel preponderante.
También pueden introducirse cambios en el elemento en que se realiza el apoyo, como ser, planos inclinados, superficies elásticas o depresibles, planos inestables en los distintos sentidos (antero-posterior,lateral, tangencial, rotatorio y tridimensional), etc.
Mediante la progresiva combinación de todas las variantes de estimulación del equilibrio se lleva la actividad del deportista a un nivel de dificultad siempre adecuado al grado de evolución que tenga en cada momento.

EJERCITACIONES EN EQUILIBRIO DINÁMICO:
Contemplamos tres aspectos:
1. el salto
2. los desplazamientos
3. los trabajos específicos
1. A través de trabajo del salto se reeduca una funcion basica motora, que suele alterarse a la vez que se utiliza como fuente de estímulo propioceptivo de mucha importancia.
2. Se trabaja sobre desplazamientos buscando recrear y automatizar los esquemas motores alterados.
3.Dependerán de las característica del deporte y aún del puesto en que se desempeñe el deportista. Los estímulos dinámicos serán planteados del mismo modo que los anteriores , mediante una progresión que respete los tiempos de la evolución del deportista.
En primer lugar se plantean ejercitaciones que involucran el esquema motor o en caso de lesión la región afectada siguiendo un orden creciente de dificultad que esté acorde al progreso logrado por el paciente, evitando las tareas que por su nivel de dificultad generan un riesgo inadecuado al momento de la evolución o que obliguen a realizar movimientos compensatorios que, una vez instalados como automatismo, impiden la ejecución de la técnica correcta y son de muy difícil corrección. Sobre la base de los movimientos que se van logrando concretar en forma satisfactoria se busca forzar situaciones que provoquen un estímulo adicional de los propioceptores.
Esto se logra en dos formas básicas:
1) cambiando las condiciones extrínsecas
2) cambiando las condiciones intrínsecas
Vamos a analizar cada uno de estos casos por separado por razones didácticas, pero debemos tener en cuenta que ambos factores se desarrollan en forma simultánea y que se combinan para potenciar sus efectos.
1) Mediante la modificación de las condiciones externas se lleva al deportista a situaciones en las que el uso de la información propioceptiva se tome más importante. Algunos ejemplos de los cambios posibles son:
a) el cambio en la superficie de trabajo. Ofrece variadas posibilidades: el césped, el piso duro (cemento, mosaico, etc.). el polvo de ladrillo, la arena, los diversos alfombrados, incluyendo el césped sintético, el agua, etc. También pueden introducirse modificaciones en la angulación que presenta la superficie de trabajo, utilizando planos inclinados de distinto declive y realizando la actividad propuesta en los distintos sentidos del declive. Otra modificación posible se da en la elasticidad de la superficie de trabajo, sobre todo en los trabajos de salto y equilibrio. Aquí pueden usarse planos que aumenten la fuerza del salto, como tablas de pique, camas elásticas, minitramps, etc. o elemen¬tos que atenúen el impacto de la caída como colchonetas, colchones de caída, etc., incluso superficies que reduzcan la fuerza del salto obligando al deportista a un mayor esfuerzo como la arena o el agua.
b) el cambio de las características del calzado, buscando según la conveniencia una suela más alta o más baja, más o menos blanda, o, incluso, trabajando descalzo cuando quiera priorizarse la información que los propioceptores reciben a partir del apoyo del pie en el piso.
c) el empleo de elementos de características distintas a los utilizados comúnmente en la práctica del deporte (pelotas de distinto tamaño, peso o forma que las reglamentarias, raquetas de características diferentes o de otro deporte que el que practica habitualmente el paciente, etc.).
d) la modificación de las características habituales del juego del que se trate, variando el número de jugadores que participa, o el tamaño o la forma de la cancha, o variando la forma habitual de desplazamiento, o la cantidad de piques o toques al balón posibles, etc. Estas modificaciones respecto de la práctica habitual del deporte tienden a inutilizar los estereotipos motores presentes en el deportista y a plantear situaciones nuevas que deberán ser resueltas en forma consciente y voluntaria lo que obligará a un uso aumentado de la información propioceptiva.
2) La otra forma de aumentar el estímulo a los propioceptores es introduciendo modificaciones en los factores intrínsecos que regulan el proceso. Para esto se busca abolir fuentes de información sensorial. La forma más fácil y eficaz de realizar esto es anulando la visión. En estas condiciones se realizan las ejercitaciones propuestas anteriormente pero con un nuevo y determinante nivel de dificultad. Otra forma posible de eliminar información sensorial es mediante la alteración del aparato vestibular. Esto puede lograrse mediante la realización de giros previos a la ejercitación propuesta. El hecho de abolir fuentes de información sensorial en alguna actividad motriz, obliga para su adecuada coordinación a un uso exacerbado de las demás fuentes, por lo que el sistema nervioso se verá obligado a utilizar en mayor medida la información que le proporciona las vías propioceptivas.
Una vez que el deportista llega a un nivel de evolución que le permite realizar los gestos propios de su actividad deportiva en forma técnicamente correcta, se va incrementando gradualmente el nivel de intensidad verificando que no se alteren las condiciones de ejecución para permitir la facilitación de gestos técnicamente correctos.