ENTRENAR QUE Y CUANDO
Al iniciar un plan de entrenamiento
debemos tener en cuenta mas de un aspecto del niño en el momento de decidir por
donde empezar el plan. No solo que debemos entrenar sino en que momento, y de
eso se trata esta entrega, de brindarles la información de cuando empezar y de
cuando intensificar el desarrollo de las distintas capacidades físicas.
FASES SENSIBLES
¿Qué es la teoría de las fases sensibles?
La teoría de las fases sensibles de los componentes del rendimiento infantil fue propuesta por R. Winter y D. Martin a principios de la década de los 80's.
La teoría de las fases sensibles de los componentes del rendimiento infantil fue propuesta por R. Winter y D. Martin a principios de la década de los 80's.
Las fases sensibles, sensitivas o
críticas, son etapas de mayor entrenabilidad, es decir, de mejor adaptación
para las capacidades de condición física y coordinación (Weineck, 1988). Se
trata de períodos particularmente favorables, durante el desarrollo del niño y
del adolescente, para el reforzamiento de factores determinantes para el
rendimiento deportivo.
El estudio de las fases sensibles debe
considerarse un intento de contribución a un posterior mejoramiento de la
eficiencia y la calidad de la educación física infantil y juvenil.
Es imposible considerar que el
entrenamiento de las capacidades condicionales y coordinativas pueda tener la
misma eficacia o eficiencia en todas las edades. O sea ninguna capacidad motora
es entrenable en la misma medida, en todo el proceso evolutivo.
Estudios establecen que conceptualmente
es más fácil influir sobre las distintas funciones y capacidades cuando están
en proceso de maduración, que cuando ya han madurado.
La utilización de los métodos pedagógicos que
nos servirán para explotar los principios de las fases sensibles, deberán tener
en cuenta la individualidad de los procesos de desarrollo, lo que nos obliga a
evitar una concepción estática de las mismas desde el punto de vista
cronológico.
En la elección de los períodos sensibles
debemos tener en cuenta el fenómeno de la maduración biológica con sus
precocidades y sus retrasos. Todo esto se opone a fijar rígidamente las fases
sensibles y a la formación de grupos de trabajos basados en la edad
cronológica.
Metodológicamente debe interpretarse la
existencia de períodos favorables para el desarrollo de alguna capacidad motora
junto con el concepto de que también hay períodos sensibles a errores o
carencias.
Destacando que para el máximo aprovechamiento
de las fases sensibles es necesario prepararlas a largo plazo, utilizando
modelos cronológicos adecuados y recordando que no habrá niveles de maduración
facilitados si no existen las bases estructurales y funcionales adecuadas.
Por esta razón muchos autores hablan de la
"Ley del tren perdido", para referirse a que el tiempo no aprovechado
en un período sensible, de una capacidad motora, no siempre se recupera y que
"perdido un tren" no podemos tomarnos el siguiente, esperando el
mismo efecto adaptativo.
Un programa de este tipo debería estar
destinado a introducir a los niños en el deporte y conducirlos a través de
diferentes etapas de preparación hasta el logro de los máximos resultados personales.
Dichas marcas podrían llegar a ser simplemente su mejor juego o convertirse en
el número uno del mundo. El logro de uno u otro nivel deportivo no debería ser
visto como un fracaso o un triunfo. Debemos ser conscientes que no todos están
genéticamente dotados para ser jugadores de primer nivel. Quisiera resaltar el
hecho de que lo que sí debería ser considerado un fracaso sería el hecho de que
el paso por el deporte no le hubiese sido de provecho al niño para
mejorar como ser humano y hombre de bien; valores como la amistad, el juego
limpio, la puntualidad, la aceptación de las reglas, y el aprendizaje de que es
necesario poner un gran empeño personal cuando uno quiere lograr algo de valía,
deberían ser alcanzados a lo largo de todo este proceso de formación del niño.
Con respecto a las capacidades
físicas, se deberían entrenar cada una de ellas en las respectivas fases
sensibles. Existen momentos en que los niños están biológicamente mejor
preparados para mejorar determinadas cualidades. Si uno desaprovecha esos
momentos, no quiere decir que ya no vaya a mejorar más tarde, sino que el nivel
de mejoría va a ser menor. Como ejemplo, podemos decir que si no comenzamos a
entrenar la fuerza luego del desarrollo puberal, momento en el cual esta “cargado”
de hormonas, y esperamos a los 20 años para iniciar un entrenamiento de este
tipo, el individuo mejorará de todos modos los niveles de fuerza, pero nunca
llegará a los valores que hubiese podido alcanzar en el caso de haber empezado
a los 14 años aproximadamente. Por otra parte, de nada vale entrenar una
determinada cualidad si el niño no está capacitado para desarrollarla. De nada
sirve comenzar a entrenar la fuerza a los 9 años si el niño aún no tiene los
valores de testosterona suficientes como para producir cambios plásticos en la
estructura celular.
Por último, quisiera dejar un cuadro de
Grosser que bien puede servir de guía a la hora de confeccionar un programa de
trabajo en las etapas infanto-juveniles, y nos encontramos en el próximo
entrenamiento
FASES
SENSIBLES
Capacidades
|
Edades
(Varones).
|
|||||||
|
5
- 8
|
8
- 10
|
10
- 12
|
12
- 14
|
14
- 16
|
16
- 18
|
18
- 20
|
20
|
Flexibilidad.
|
X
|
XX
|
XX
|
XXX
|
|
|
|
|
Velocidad
de reacción.
|
|
X
|
X
|
XX
|
XX
|
XXX
|
|
|
Resistencia
aeróbica.
|
|
X
|
X
|
XX
|
XX
|
XXX
|
|
|
Velocidad
acíclica.
|
|
X
|
X
|
X
|
XX
|
XXX
|
|
|
Velocidad
cíclica.
|
|
|
|
X
|
XX
|
XXX
|
|
|
Velocidad
en fuerza.
|
|
|
|
X
|
XX
|
XXX
|
|
|
Fuerza
máxima.
|
|
|
|
|
X
|
XX
|
XXX
|
|
Resistencia
de fuerza.
|
|
|
|
|
X
|
XX
|
XXX
|
|
Resistencia
anaeróbica.
|
|
|
|
|
X
|
XX
|
XXX
|
|
Referencias:
Comienzo
cuidadoso: X (1 – 2 veces por semana).
Trabajo
progresivo: XX (2 - 3 veces por semana).
Entrenamiento
– rendimiento: XXX (trabajo diario).
(Grosser, 1.982).